La rehabilitación de pavimentos para parkings es un proceso esencial para garantizar la seguridad, funcionalidad y estética de estas superficies, especialmente en entornos con alto tráfico de vehículos.
Con el paso del tiempo, los pavimentos sufren desgaste, fisuras, hundimientos y otros daños que pueden afectar tanto la estructura como la imagen del aparcamiento.
En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre la rehabilitación de pavimentos para parkings: cuándo hacerla, qué tipos de soluciones existen, y cómo asegurar un resultado duradero y rentable.
Algunas señales claras de que un pavimento necesita ser rehabilitado son:
• Presencia de grietas o fisuras en la superficie.
• Hundimientos o zonas con pérdida de nivelación.
• Desgaste de la capa superficial por el tránsito constante.
• Problemas de drenaje o acumulación de agua.
• Aparición de manchas de aceite, residuos químicos o desprendimiento del sellado.
Estos deterioros no solo afectan la estética del parking, sino que también pueden comprometer la seguridad de conductores y peatones.
Antes de iniciar una rehabilitación, es fundamental identificar el tipo de pavimento existente, ya que cada uno requiere técnicas específicas:
• Hormigón: Muy resistente, pero propenso a agrietarse con el tiempo si no está bien sellado.
• Asfalto: Flexible y económico, pero puede deformarse con temperaturas altas o por tráfico pesado.
• Pavimentos continuos de resina: Estos pavimentos continuos son ideales para parkings interiores, ofrecen gran resistencia química y una estética moderna.
El proceso puede variar según el tipo de pavimento y el nivel de deterioro, pero generalmente incluye los siguientes pasos:
Se realiza una evaluación completa del estado del pavimento para identificar los daños y determinar la solución más adecuada.
Es esencial eliminar polvo, suciedad, grasa y restos de materiales para asegurar una buena adherencia de los nuevos materiales.
Se sellan las grietas con productos específicos como masillas de poliuretano o epoxi, evitando que se agranden.
Si hay hundimientos o desniveles, se aplican morteros autonivelantes o capas adicionales para recuperar la planimetría original.
Dependiendo del caso, se puede aplicar una nueva capa de asfalto, una capa de resina o un tratamiento superficial (slurry, microaglomerado, etc.)
Tras la rehabilitación, se repintan las líneas de aparcamiento, accesos, zonas peatonales y símbolos de accesibilidad.
• Mayor durabilidad: Evita tener que hacer reparaciones frecuentes.
• Seguridad vial: Reduce el riesgo de accidentes y caídas.
• Buena imagen: Un parking bien mantenido mejora la percepción del cliente.
• Ahorro a largo plazo: Invertir en una rehabilitación a tiempo reduce costes mayores en el futuro.
El precio varía en función de varios factores como:
• El tamaño del parking.
• El tipo de pavimento existente.
• El grado de deterioro.
• Los materiales y sistemas de reparación utilizados.
En general, es más económico actuar a tiempo que esperar a que el daño sea estructural.
La rehabilitación de pavimentos para parkings no es solo una mejora estética, sino una inversión en seguridad, funcionalidad y durabilidad. Contar con un equipo especializado y materiales de calidad garantiza un resultado profesional que resistirá el paso del tiempo y el uso intensivo.
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